En ocasiones, la relación comercial con los clientes y cerrar determinados acuerdos puede llegar a ser complejo. Durante la comunicación con ellos hay varios factores que hay que tener en cuenta para que la negociación salga bien. En este punto no todo es la imagen de nuestra empresa ni las habilidades que podamos tener desde el punto de vista comercial. El cliente siempre va a elegir la mejor opción comercial que se le haya propuesto, por ello,lo más importante es la propuesta comercial que le hagamos.
Dentro de la mencionada propuesta comercial, lo primero que se va a tener en cuenta es el coste económico que le va a suponer al cliente. Lo va a tener en cuenta antes de mirar nuestra oferta. Por eso,hay que andar con pies de plomo en este aspecto
Así, partimos de la premisa de que en el momento de que elaboremos una propuesta para nuestro cliente, los costes del proyecto van a funcionar como punto de inicio.
Normalmente decidir los costes de cada uno de los proyectos no es una tarea especialmente fácil. De todas formas algunos de ellos están claramente calculados, como pueden ser:
- La mano de obra
- Los gastos financieros
- El material
A estos apartados es necesario añadir uno más con el sobrenombre de “Varios”. Muchas veces se le da a este epígrafe una menor importancia como si de algo secundario se tratase, sin embargo se trata de un aspecto muy importante que no debemos dejar pasar. Especialmente en el sector industrial, en el que encontramos unos grandes costes energéticos debido a la fabricación de productos.
Si la cantidad de piezas a fabricar es muy grande, los costes energéticos también lo serán y todo ello se verá reflejado en el coste total. Debe haber una previsión de estos costes y hay que reflejarlos en la propuesta para mostrar al cliente de una manera más fidedigna los costes finales.

Los costes energéticos
Los costes energéticos son muy importantes en diferentes aspectos. En concreto, el precio de la electricidad tiene un gran impacto en nuestro proceso productivo, ya que es uno de los factores que más pueden afectar a nuestra competitividad. En España el precio de la luz ha ido incrementándose de manera exponencial en los últimos años y aún más en los últimos meses. Esta variabilidad dificulta aún más la posibilidad de hacer un presupuesto acorde con la realidad.
Según informa la patronal siderúrgica Unesid, la factura energética para industrias, sin contar el IVA es un 40% más cara en España que en Francia y el doble que en Alemania. Así el kilovatio es 15 euros más caro en España que la media de los países europeos.
Asignación de costes
Con estos datos sobre la mesa, resulta especialmente sensible una óptima asignación de costes en una oferta comercial. “Sin duda, no ajustar bien los costes energéticos a la pieza que estás vendiendo puede repercutir directamente en la pérdida de un proyecto y que se lo den a tu competencia”, asegura Alex Quintanilla, responsable de IFISA INGENIERÍA.
Es necesario tener los datos de los costes energéticos de una cantidad determinada de productos para poder ser competitivos.
En IFISA INGENIERÍA analizamos al detalle los costes energéticos de los procesos de fabricación trasladándose al cliente de forma clara y detallada, asegurando una máxima competitividad en nuestras ofertas de venta.